Muy buenas a todos aventureros y aventureras !!! Antes de nada, tenemos que disculparnos por haber estado tantos días sin subir absolutamente nada, sin embargo, los acontecimientos han ocurrido de esta forma y la crisis sanitaria en la que estamos inmersa ha hecho que tengamos que adaptarnos a trabajar de manera distinta y esto nos ha consumido bastante tiempo.
Dicho esto, teníamos que trasladaros un mensaje de ánimo debido a la cuarentena y a la crisis sanitaria que están sufriendo gran cantidad de países del mundo. Es cierto que muchas personas lo están pasando muy mal, está habiendo muchos muertos, muchos familiares sufriendo por sus seres queridos y, en general, mucho dolor y tragedia.
Sin embargo, hoy no hemos venido a daros noticias malas porque estás ya las tenemos a todas horas en los principales medios de comunicación y por las redes sociales, nosotros venimos a trasladar un mensaje de ánimo, de esperanza y de reflexión para esta cuarentena. Así que ahí va !!!
En el ajetreo de nuestra vida cotidiana, en el bullicio de los grandes centros urbanos, pasan nuestros días rápidamente, como si de una estrella fugaz que se vislumbra en la bóveda celeste y que, en un abrir y cerrar de ojos ya ha desaparecido, ya no existe se ha desvanecido ante nuestros atónitos ojos.
La vida cotidiana es algo que ya lo damos completamente por sentado y que lo mecanizamos en nuestras cabezas como si de un patrón repetitivo se tratase para reiniciarlo día tras día, hora tras hora, y segundo tras segundo.
Cada instante se antoja como una copia del anterior. Es tal la repetitividad de nuestra vida que no la sabemos apreciar, disfrutar y degustar en cada momento . No pensamos en que esa desdichada repetición que parece interminable, algún día, cuando nuestros seres queridos no estén, tengamos un problema de salud o llanamente nuestra vida haya cambiado no la tendremos entre nuestras manos. Será como esa fugaz estrella que solo hemos visto pasar.
Y ahora, de repente, toda esa rutina interminable, angustiosa y que odiamos ha desaparecido y ha sido remplazada por el confinamiento general que estamos viviendo muchas personas del planeta Tierra.
Esa rutina que parecía lo más inhumano, mundano y destructivo para nosotros, de pronto ahora la echamos de menos. Sentimos que nos falta algo, que hemos perdido nuestra libertad, nuestra posibilidad de irnos a tomar algo con los amigos, de dar un paseo por la montaña o simplemente disfrutar de una visita a nuestros abuelos y mayores,
De repente, parece que esta cárcel llamada casa, nos está ahogando, quitando el oxigeno poco a poco, haciéndonos agonizar cada día que pasa como si de una tortura medieval se tratase. Es irónico pensar que lo que antes nos parecía un suplicio y un martirio como nuestra vida cotidiana, ahora, estamos deseando volverlo a hacer.
Esta es nuestra situación que parece sacada de los peores tormentos del mismísimo infierno. Pues bien, vamos ahora a concebir una situación bastante peor. Cierra los ojos e imagina que eres un enfermo que padeces este maldito virus que está azotando al mundo. O no ya este virus, sino de cualquier enfermedad o situación lo suficientemente trágica en la que estés sufriendo y a punto de morir.
Notas como tus fuerzas se van evadiendo poco a poco de este mundo. Cada vez que intentas respirar es un auténtico calvario y si te mueves un poco de la posición en la que tu cuerpo estaba, te duelen todos los huesos como si un verdugo del medievo te los estuviera rompiendo uno a uno sin ningún tipo de clemencia.
Imagina ver a tus seres queridos llorar, angustiarse porque saben que no vas a salir adelante. Imagina esa situación antes de morirte y saber que no vas a poder volver a dar un beso, a abrazar a un ser querido, a caminar por el campo, o a volver a reunirte con todos tus amigos y poder salir de fiesta. Intenta concebir que no vas a ver más la luz del Sol, que no vas a poder hacer realidad todos esos sueños que tenías tantas ganas de conseguirlos y que jamás olerás una flor en medio de una nueva primavera, Ahora tienes que hacer frente al trágico destino que te ha brindado la vida, que es acabarla abocado a un invierno oscuro y profundo tras el cual, no habrá una nueva primavera sino una eternidad y un abismo de oscuridad y de muerte.
Ahora, despierta, estás de nuevo en tu casa, en ese confinamiento que antes te parecía lo más perverso que te ha pasado en la vida, Sin embargo, ahora, cuando has vuelto a abrir los ojos, parece que todo ha cambiado siendo que todo está como cuando los cerraste. Es curiosa la situación y el poder de la mente ¿Verdad?
Lo que parecía un tormento, se ha convertido en un alivio, vuelves a respirar, notas los pálpitos de tu corazón que te estremecen, pero a la vez, te alivian puesto que eso es señal de que sigues vivo. Lo que parecía un martirio de pronto se ha convertido en una situación maravillosa en la que después de cumplir la cuarentena, vas a volver a tu vida cotidiana, que a la vez, antes de esta reclusión, parecía otra tortura medieval.
Es una metáfora muy interesante que ilustra lo poco que valoramos ese don que se nos ha concedido, esa oportunidad que se nos ha regalado y ese milagro que se llama VIDA. Como diría el gran físico Albert Einstein: «Hay dos formas de concebir la vida, una pensando que todo es un milagro y otra pensando que nada lo es».
Albert Einstein y yo nos quedamos con la primera opción. No os imagináis la maquinaria biológica necesaria para que ahora, tu estés leyendo esto y no te encuentres de camino al otro barrio. La complejidad de la vida es tal, que cada día es un milagro así como un maravilloso misterio que el universo nos regala para aprovechar.
Pareciera como si la vida fuera una oda a la mismísima creación celebrando la existencia. Y así lo es, mira a tu alrededor, puedes ver a tus seres queridos, siguen ahí. Te asomas al balcón y ves a tus vecinos aplaudiendo, Todo sigue, afortunada y milagrosamente igual. Levanta la cabeza y observa el cielo, las estrellas siguen ahí, en lo alto, como si fueran los fuegos artificiales del universo celebrando la existencia y la vida ¿No es absolutamente maravilloso? ¿Es que acaso esto no es un regalo y sí lo es el último modelito de móvil o de ropa que te compraste hace una semana?
Da gracias por la oportunidad que se te ha dado, mientras tú estás disfrutando de una vida, hay otros, que por desgracia, no pueden decir lo mismo. Por ello, seamos agradecidos y hagamos el bien, cuando se acabe toda esta mierda en la que estamos metidos, vuelve a besar, vuelve abrazar, perdona a ese amigo que te hizo daño, tiende la mano a tus compañeros, persigue tus sueños, lucha por alcanzar la vida que quieres, sé amable y ayuda a todas aquellas personas que lo necesiten.
La vida no se trata en ser el mejor en algo o destacar por encima del resto ¡¡¡NO!!! La vida es mucho más que eso. La vida es un regalo para que sigas luchando por todo lo que crees y todo lo que piensas lograr, porque estamos seguros de que lo harás. La vida es un prodigio que se te ha concedido para hacer que los demás alcancen también sus sueños y puedan vivir una vida plena, llena de alegrías y felicidad.
Para eso, es la vida, es algo que tiene un valor incalculable, y que, por desgracia no le damos ni el más mínimo valor. Sin embargo, es más valiosa que todo el dinero del mundo. La vida no puede ser comprada y el tiempo tampoco, por ello, aprovecha cada instante, cada segundo, cada milésima porque por horrible que parezca, sigues estando vivo, y eso es lo importante.
Ten una vida increíble, que merezca ser vivida para que cuando tú y yo ya no estemos aquí, seas recordado por los demás como una buena persona, alguien inefable con quién siempre mereció la pena, compartir un instante y que ayudó a los demás para hacerlos más grandes. a pesar de todas las adversidades que se interponían en el camino. Alguien que siempre tendió la mano y dio gracias, por seguir estando vivo. Será en ese momento, en ese preciso instante, que tu vida habrá merecido la pena, y vivirás eternamente en las emociones, los pensamientos y los gestos que aportaste a las personas que te rodeaban.
Y ese es el sentido de la vida, y no tener un coche más grande que el de tu vecino o sacar mejor nota en un examen que tu compañero. Por ello, ama, lucha, vive, disfruta, respira, camina, aprende, entiende y respeta a todos y a la naturaleza. Así habrás dejado un universo mejor y las estrellas seguirán brillando, ahí en lo alto, como la reminiscencia de que una vez una estrella, que dio luz a toda la humanidad, había bajado de ese cielo eterno a esta maravillosa Tierra.
Muchas gracias por leer este maravilloso artículo, ha sido increíble, fabuloso y enriquecedor también para mí poder escribirlo. Esperamos de corazón que también lo haya sido para vosotros. Así que después de este bonito momento, nos despedimos dando gracias a la vida por poder habernos encontrado en la inmensidad del tiempo y del universo en este sitio web con todos vosotros, Un abrazo muy fuerte, volvemos muy pronto, y como siempre, que los vientos os sean favorables en este mar de estrellas como es la vida !!!