Qué es el montañismo por Fernando Garrido

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Muy buenas soy vuestro amigo Fernando Garrido,y hoy os traigo un nuevo artículo para todos vosotros. Espero que os guste, dicho esto, vamos a ello !!!

El montañismo es una disciplina que engloba a todos aquellos deportes que se practican en la montaña, en cordilleras, en picos... Es decir, es un término multidisciplinar. A mí, personalmente, es la palabra que más me gusta puesto que creo que el montañismo va desde el senderismo hasta la escalada de ochomiles.

Sin embargo, sí es cierto que últimamente se ha popularizado el término de alpinismo para lo que la mayoría de gente conoce como escalada en cordilleras que requieren cierta dificultad y están a una altura de más de 4.000 metros.

De todas formas, este término no es correcto, puesto que el alpinismo, aunque actualmente sea una palabra análoga al montañismo, en sus comienzos, tenía un significado diferente. Vamos a conocer el significado real de los diversos montañismos de altura brevemente

Alpinismo: es un tipo de montañismo que se pratica en la cordillera de los Alpes, que se encuentran en Europa, entre los países de Italia, Francia, Suiza, Austria y Alemania en menor parte. Las montañas pertenecientes a dicha disciplina no rebajan los 4.000 metros de altura. Requiere, por ello, una disciplina y una técnica bastante avanzada.

Andinismo: es otro tipo de montañismo que se lleva a cabo en la cordillera de los Andes, que se encuentra en Sudamérica. Específicamente, en los países de Argentina, Chile, Bolivia y Perú. Los picos que se coronan en este deporte, no bajan de los 5.500 metros aproximadamente. Es por ello, que posee una dificultad y una técnica muy compleja. En muchas, ocasiones, más que el alpinismo

El Montañismo | 🥇 CuchillosNavajas 👌

Himalayismo: se define así al tipo de montañismo que se practica en la cordillera del Himalaya, que se encuentra en Asia. Concretamente, entre los países de China, Nepal, Bután y la India principalmente. Las montañas que se escalan en esta disciplina superan los 7.000 metros de altura. Por lo tanto, es el deporte más complicado dentro del montañismo ya que la técnica y la dificultad son extremas.

A partir de ahora, cuando nos refiramos a montañismo a pesar de que cubre también el senderismo de baja y media montaña, el barranquismo y múltiples deportes, nos centraremos exclusivamente en el montañismo de altura.

LA HISTORIA DEL MONTAÑISMO

Hay que tener en cuenta, que el montañismo es una disciplina muy moderna ya que tiene poco más de dos siglos.

En la prehistoria, los primeros homínidos no subían montañas por placer, sino por necesidad. Es decir, tenemos que tener en cuenta, que subir a una montaña o estar en altura, requiere un gasto de energía y tiempo que los hombres prehistóricos no se podían permitir. Por lo tanto, si en la antigüedad en algún momento se subió a una montaña, sería por obligaciones que tenían para poder sobrevivir, es decir, necesidades como la caza, la lucha entre clanes, búsqueda de manantiales…

En la Edad Antigua, el ser humano aún tuvo menos contacto con la montaña puesto que ya se había desarrollado la agricultura y la ganadería y por ello, no era necesario subir para absolutamente nada a ciertas alturas, era una pérdida de tiempo.

Esta misma filosofía siguió a lo largo de la Edad Media. Tan solo se pisaba la montaña si era necesario controlar los territorios, luchar contra otros ejércitos. Es decir, cuestiones puramente bélicas y de vigilancia.

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En la Edad Moderna, con el desarrollo de las ciencias a través de la Ilustración, la montaña comenzó a ser objeto de estudio para los biólogos, los cartógrafos y los geólogos fundamentalmente.

Y es ya, bien entrado el siglo XVIII cuando el montañismo nace tal y como lo conocemos. La gente de aquella época comenzó a interesarle las cordilleras pero no exclusivamente como un objeto de estudio o por necesidad, sino más bien por placer y por gusto a la aventura.

Es decir, el montañismo nació por el espíritu de superación del ser humano y la atracción hacia la aventura, lo desconocido, lo inexplorado y lo inhóspito.

Sin embargo, tenemos que entender, que el montañismo no estaba en aquel momento al alcance de todos, sino de unos pocos. Es decir, durante el siglo XVIII había mucha gente que seguía pasando hambre, viviendo en muy malas condiciones y por ello, a la gran parte del pueblo no le interesaba ni lo más mínimo la montaña ya que tenían la necesidad de sobrevivir en ese nuevo mundo después de la Primera Revolución Industrial.

Sin embargo, había una nueva clase adinerada dominante que había emergido gracias a la Revolución Francesa de 1789, la burguesía. Dicho grupo reducido, poseía grandes sumas de empresas, capitales y propiedades. Es decir, a diferencia, del pueblo llano, no tenían ni la más mínima dificultad para poder sobrevivir. Y por ello, al no tener muchas obligaciones y poseer demasiado tiempo, comenzaron a buscar nuevas formas de diversión. Es ahí donde nace nuestro queridísimo deporte.

Edmund Hillary, conquistador, junto a Tensing Norgay, del Everest

Subir montañas, en aquella época, no daba ni prestigio, ni dinero, ni absolutamente nada más que una mera satisfacción personal. Por tanto, y vuelvo a recalcar, que el montañismo tal y como lo conocemos acutalmente, nace del mero divertimento de la burguesía. Concretamente, esta disciplina comenzó a desarrollarse gracias a la aristocracia inglesa en los Alpes. Es por ello, que dentro de todos los tipos de montañismos, el más antiguo es el alpinismo, quizás por ello, se utiliza hoy para englobar a cualquier tipo de montañismo que se realice.

En el siglo XIX, esta disciplina se popularizó muchísimo más entre la aristocracia europea. Y la burguesía francesa se sumó a practicarla en los Pirineos. Paulatinamente, había más personas que quedaban hipnotizados ante la llamada de la montaña. Es por ello, que la técnica del montañismo comienza a asentarse (la trataremos en posteriores artículos).

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Los montañeros comienzan a intentar escalar montañas cada vez más altas y que requieran una mayor técnica y dificultad. Cabe la pena mencionar, que el desarrollo de la geografía en el ámbito de las cordilleras, va de este bello deporte puesto que al haber una búsqueda incesante por ver quién era el que alcanzaba un nuevo récord de altura, los montañeros, también se hicieron grandes cartógrafos y geógrafos para conocer conocer a la perfección el terreno que posteriormente iban a abordar.

De todas formas, la verdadera fiebre por el montañismo llegaría a principios del siglo XX. A partir de ahí, serían miles y miles de personas más las que se interesarían por la montaña. En este siglo, comienza la verdadera democratización de la montaña para todo el mundo, sobre todo en la segunda parte. También, se desarrolla la técnica de esta disciplina ampliamente.

Durante las primeras décadas del siglo XX, se realizan las primeras expediciones a las cordillera más altas del mundo como los Andes, y posteriormente, el Himalaya.

Sin embargo, estas primeras travesías a los techos del mundo serían de caracter nacionalista. Es decir, no todos los europeos podían realizar dichas aventuras. Los británicos fueron los que primero llegaron al Himalaya y los que hicieron las grandes primeras ascensiones.

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Curiosamente, la montaña más alta del mundo, que es el Everest no se coronaría hasta el 1953, es decir, hace unos setenta años aproximadamente. Justo un año después, los italianos coronarían el K2, la segunda montaña más alta del mundo. A lo que me quiero referir con esto, es que estamos muy cerca cronologicamente hablando, de las ascensiones más importante, somos unos verdaderos afortunados y descendientes directos de los montañeros más intrépidos de la historia de la humanidad.

Cabe destacar, que estas expediciones a las montañas más altas del mundo eran de caracter militar, es decir, había un interés muy fuerte, que era el prestigio de la nación que consiguiera alcanzar las cimas más imporantes del mundo.

A partir de la década de los sesenta, fue el verdadero «boom» del montañismo y la gente lo comenzó a practica en masa, sin importar la nacionalidad, la condición social o económica en la que se estuviera. Todo el mundo era capaz de ir hasta la montaña más cercana a su casa y practicar senderismo o excursionismo y poco a poco irse introduciendo en altura.

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Así, llegamos a nuestros días, en donde la técnica está profesionalizada y desarrollada casi a la perfección. Actualmente, hay millones y millones de personas alrededor de todo el globo terráqueo que practican en sus múltiples formas, el montañismo como un hobbie o una afición.

Además, la era digital ha democratizado aún más si cabe en la útima década este deporte. La información que tenemos a través de internet, de sistemas de navegación como el GPS, de mapas digitales y la señalización de la montaña convierten al montañismo en uno de los deportes que más se practica alrededor de todo el mundo.

Obviamente, a medida que asecendemos en altura, se requiere una mayor técnica y experiencia y con ello, menos gente. Para que nos entendamos, hay mucha más gente que practica senderismo que escala ochomiles.

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FACTORES INFLUYEN EN LA DIFICULTAD DE LA MONTAÑA

Si ahora mismo te preguntara ¿Qué es más díficil de escalar, una montaña a seis mil metros de altura o una a tres mil? Afirmarías con rotundidad, que la de seis mil.

Sin embargo, aventureros, déjame decirte que estás ligeramente equivocado. Desde siempre, se nos ha enseñado que el factor clave que influía en la dificultad de una montaña era la altura. Y es cierto, sin embargo no es la única.

Los factores decisivos para clasificar a una montaña en la escala de dificultad son:

La altitud: Es la característica más conocida y la que primero se nos viene a la cabeza. La altitud es la diferencia de altura (como su propio nombre indica) entre el punto más alto de una montaña y el nivel del mar, que se encuentra a altura 0. Lógicamente, cuanta más altura mayor dificultad y técnica se requiere.

Alpinismo: Un empate de altura | Deportes | EL PAÍS

La latitud: Es un factor desconocido para el 99,9% de la sociedad y es una característica de la misma relevancia que la altitud. Para que nos entendamos, una definición de latitud podría ser la distancia que se encuentra un punto geográfico, en nuestro caso, la montaña del ecuador terrestre. Cuanta mayor latitud, es decir, cuanto más lejos se sitúe nuestra montaña del Ecuador, más complicada será su ascensión. No es lo mismo subir un pico de 2.000 metros en el Ecuador, que no hacen falta más que unas botas y una mochila que una montaña de 2.000 metros en el Ártico, en la que hace falta muchísima experiencia y tiene gran dificultad.

La prominencia: A pesar de que no sea un factor tan impotante como la altitud o la latitud, sí que tiene cierto peso a la hora de clasificar la dificultad de una montaña. La prominencia es la diferencia de altura entre la altitud de esa montaña y la que se encuentra más cercana. Obviamente, siempre se compara con la montaña más cercana de menor altura. No existen prominencias negativas.

Todas las montañas, a excepción del Everest tienen una prominencia menor a la altitud, como es lógico. Por lo tanto, a mayor prominencia, también existe una mayor dificultad en la escalada.

LA INFORMACIÓN

El material es uno de los factores más importantes a la hora del ascenso en una montaña. Lo trataremos de la misma manera que la técnica en futuros artículos.

Este artículo es una introducción al maravilloso mundo del montañismo. Es por ello, que quiero dejar clara una cosa. Además de los facotres geográficos, meterológicos y humanos otra carcterística fundamental a la hora de hacer escalada es la información.

NOTA - Fascinación por la Montaña

Un montañero que se esté inciando o que no lleve años y años de experiencia en la montaña, es fundamental que tenga información del sitio al que va a ir. Es decir, debe conocer a la perfección la técnica que se debe utilzar para ascender, los sitios conflictivos, el parte meteorológico, el material necesario, la prominencia, altura, latitud de la montaña…

Dicho de otra manera, debe conocer a la perfección, por lo menos cuando se está iniciando, cómo debe abordar el ascenso hasta la cima. También es muy recomendable ir acompañado en todo momento por más montañeros, que tengan un nivel de conocimientos y experiencia muy superior a la tuya.

Sin embargo, también quiero dejar una cosa clara, y es que, la información que tenemos sobre una montaña es gracias a los escaladores que con su esfuerzo, su capacidad de superación y tesón han conseguido coronar la cima. Y lo que es más, a medida que retrocedemos hacia atrás en el tiempo, los montañeros estaban menos preparados para alcanzar las cimas de los grandes picos, porque además de materiales y técnica muy precaria, no tenían nada de información sobre lo que se iban a encontrar y de cómo abordar el ascenso a una montaña.

Expedición italiana al K2 de 1954 - Wikipedia, la enciclopedia libre

Esta gente son un verdadero ejemplo para todos nosotros. Por ejemplo, pongamos el primer intento de ascenso al Everest que fue en 1918. Como es lógico, estos montañeros no tenían ni la más mínima idea de absolutamente nada de esta montaña puesto que nadie la había escalado.

En primer lugar, la odisea comenzaba cuando se debía preparar la expedición ¿Qué te llevas? ¿Cuánto te cargas de provisiones? ¿Cuántos debemos ir? Estas preguntas se formulaban antes de comenzar la expedición. Una vez, estabas allí, en Nepal, tenías que encontrar la base de la montaña. Obviamente, no sabías dónde estaba, cuántos días te iba a costar encontrarla, qué adversidades meteorológicas te cruzarías por el camino… entre otras muchas cuestiones.

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Una vez, si es que llegabas a dicha base, debías preparar el ascenso. Las preguntas nacen por si solas ¿Necesito oxígeno? ¿Por dónde subo? ¿Qué camino es el más indicado? ¿Cuáles serán las condiciones climáticas ahí arriba? ¿Qué obstáculos nos encontraremos a nuestro paso?

Cada una de estas preguntas, tenía miles de variantes y era muy probable que cualquier decisión que se tomara fuera fallida o te condujera a la muerte ya que no había información alguna.

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Y si, tras múltiples obstáculos y adversidades, conseguías llegar a la cima, otras preguntas aparecían de nuevo ¿Cómo desciendo? ¿Cómo estará el tiempo durante el descenso? ¿Habrá un camino más sencillo para bajar que por el que hemos venido? Imaginaros la dificultad extrema con la que se tuvo que encontrar esa gente. La mayoría de intentos acababan en fallidos o en accidentes muy graves.

Y gracias a estos aventureros y montañeros, hoy cientos de personas pueden subir el Everest al año, puesto que actualmente, conocemos a la perfección los obstáculos de la montaña, podemos hacer muy buenos partes meteorológicos, sabemos el material y la técnica que debemos que utilizar. Y aún así, si la montaña es muy peligrosa, pues imaginaos para estos primeros pioneros. Sin duda alguna, ellos fueron verdaderos aventureros y héroes. Al César lo que es del César. El montañismo es lo que es gracias a la información que con su tesón, angustias, desventuras y espíritu de superación nos dieron. Pocos montañeros quedan hoy así.

Esas eran las aventuras puras, gestas irrepetibles. Sin embargo, ¿Aún podríamos saborear aquel espíritu de aventura puro y total que lo hicieron nuestros predecesores en el montañismo? La respuesta es un rotundo SÍ.

Alpinismo, un negocio de altura | Capital Radio

Existen numerosas montañas en el mundo de cinco mil, seis mil e incluso siete mil metros que aún no han sido escaladas, es decir, su cumbre es virgen. Es por ello, que no se tiene ningún tipo de información al respecto y que podríamos emular esas sensaciones que los primeros montañeros vivieron en sus propias carnes. Por ejemplo, varias de estas montañas se encuentran en el Himalaya, en los Andes y en la Antártida. Hay cientos y cientos de montañas e incluso varias cordilleras sin explorar.

Sin embargo, si algún día te decides hacer estas gestas que estoy comentando, deberás realizarlas con decenas de años de experiencia, después de haber subido cientos de picos y haberte encontrado con todo tipo de adversidades. Es decir, que para vivir la aventura pura, es preciso vivir antes una aventura no tan pura (permitidme la redundancia), es decir, con información de dónde te metes y sobretodo, con gente que sepa mucho más que tú.

¿SE HA PERDIDO EL RESPETO A LA MONTAÑA?

La respuesta es SÍ. Desgraciadamente, la gente ha perdido totalmente el respeto a la montaña. Y la culpa de esto, nos guste o no, en gran parte la tiene internet.

Por ejemplo, para subir un ochomil, antes la gente se preparaba muchísimo más de lo que se hace ahora. En primer lugar, se subían varios tresmiles del Pirineo, más tarde se iba a ascender varios cuatromiles de los Alpes. Posteriormente, se hacía un treking en altura a 5.000 metros en el Himalaya. Luego, se escalaba el Klimanjaro. Después se iba a los Andes y se hacia cumbre en el Aconcagua. Cuando ya se tenía una experiencia muy grande, se realizaban varios sietemiles. Y finalmente, si habías completado todo este proceso, se procedía a la escalada de un ochomil.

Conservación, montañismo y accesos: una discusión necesaria | Ladera Sur

Actualmente, hay mucho montañero virtual. A esta gente, yo la defino, como personas que no han pisado el monte en su vida y que por estar todo el día pegados al ordenador mirando blogs, artículos… Se creen «expertos» y van dando lecciones a la gente que llevamos decenas de años en esto. Eso nunca se puede hacer. Es imprescindible basarse en la opinión de los guías, profesionales y gente que lleva mucho más que tú para poder crecer como montañero pero también como persona.

Internet está genial para obtener información y aprender, puesto que el saber no ocupa lugar. Sin embargo, debe ser una herramienta complementaria. Bajo NINGÚN CONCEPTO, Internet puede ser tu guía de montaña, nunca, jamás. Para ser montañero hay que subir montañas y dejarte aconsejar y que te acompañen los mejores profesionales que han estado decenas de años en esto. En el instituto, no les dabas tú clase de matemáticas a los profesores ¿No? Pues aquí tampoco. Ellos son los que te aconsejaran y te dirán cómo hacer las cosas. Por lo tanto, no tengas prisa en escalar montañas más altas de las que puedes o avanzar más rápido. Paciencia, todo llegará, poco a poco y paso a paso.

Y hasta aquí, nuestro artículo de hoy. Esperamos que os haya gustado muchísmo. Tenéis aquí mi página web para que le echéis un vistazo por si queréis saber un poco más sobre mí.

Antes de nada, os dejo otros artículos de nuestro blog por si queréis echarles un vistazo para seguir aprendiendo. Un abrazo enorme y nos vemos en la cumbre.

Artículo de supervivencia y artículo de espeleología

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