Los viajes y las aventuras de Javier Colorado

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Muy buenas Aventureros Viajeros y bienvenidos de nuevo a nuestra web. Hoy, traemos una entrevista absolutamente increíble a nuestra página web. Puede que junto a la entrevista de Isaac, esta sea sin duda, una de las mejores publicaciones que os hemos traído al blog. Hoy, entrevistaremos al gran aventurero Javier Colorado, el hombre que cruzó en canoa el Amazonas, se recorrió todo el mundo en bicicleta y nadó más de 120 km por las costas de Ibiza… Antes de comenzar la entrevista, agradecemos de antemano la gran amabilidad y atención que Javier nos ha dado en todo momento para que os podamos traer estas increíbles experiencias de viaje que nos enriquecen y nos motivan para seguir persiguiendo nuestros sueños

Javier Colorado soñador, aventurero, madrileño e ingeniero químico. Se define como una persona amante del deporte, de la naturaleza, de los viajes, de la música… En fin, una variedad de aficiones. Al acabar la carrera de ingeniería se planteó hacer realidad sus objetivos y metas y con el dinero que tenía ahorrado, se lanzó a la aventura con Bucéfalo, su bicicleta. Pero no a cualquier aventura, el 1 de octubre de 2013 partió desde la puerta del Sol en Madrid para realizar la vuelta al mundo en bicicleta. Parece una fantasía, pero sí, Javier terminó y completó su aventura el 7 de diciembre de 2015. Durante su viaje, recorrió más de 45 países por Asia, África, América, Europa… Alcanzó temperaturas extremas de -20C a 55 grados, pedaleó con una altura máxima de más de 4500 metros. Y todo esto fue durante sus 1159 días de viaje. Sin embargo, Javier no se quedó solo con la vuelta al mundo, cautivado por el Amazonas, se decidió navegarlo en una canoa construida por sus propias manos. Durante sus más de tres kilómetros de recorrido en su canoa, acampó en la selva muchísimas noches, observó sus cielos, conoció su fauna y flora, conoció a las personas que siguen viviendo a día de hoy en lo más profundo de la selva… Aún por si fuera poco, durante este año 2018, Javier volvió en una tercera aventura para así culminar su triología. Nadó más de trescientos kilómetros en poco más de mes y medio en Zanzíbar (Tanzania). Y esto no es lo más extraordinario de esta última travesía. Javier hizo Zanzíbar a nado sin ayuda de nadie y sin practicamente asistencias durante su viaje. Pero esto no es todo, también nadó por las costas de Ibiza durante variós días un tiempo después de no poder culminar la aventura de Zanzíbar debido a una serie de problemas muy graves con la policía de aquel sitio.  Yo creo que ya va siendo hora de pasar a la entrevista  después de presentar a este gran aventurero. Él lo relatará mucho mejor que nosotros en la entrevista. Adelante Javier !!!

Defíneme en pocas palabras quién es Javier Colorado

-Un madrileño normal y corriente, que un decidió hacer realidad sus locos sueños.

¿A qué edad empezaste a viajar?

-Mi primer viaje fue con 18 años. Fue un Interrail por Europa con mis amigos…vivimos muchas locuras aventuras, eso de viajar tranquilos no era lo nuestro. Desde entonces siempre que podíamos organizábamos escapadas de fin de semana y cada poco tiempo había nuevos viajes pendientes. Hasta que llegó el día que Europa se me quedó pequeño y tenía ganas de más.

¿Cuáles son tus mayores aficiones?

-Muchas la verdad. La más relevante es que desde hace 14 años hago deporte todas las semanas. Mi momento favorito cuando estoy en Madrid, es salir a correr una hora, escuchar música y desconectar de todo.

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¿Por qué empezaste a viajar largas distancias?

-Con 20 años empecé a soñar con darme la vuelta al mundo. Siempre que pensaba en vivir esta experiencia me ponía muy feliz al imaginar la idea de descubrir, conocer, experimentar y de afrontar el reto de hacerlo sólo y en bicicleta. Así que tomé la decisión de hacer realidad esa felicidad. Terminé la universidad a los 25 años, hice mis prácticas de empresa, ahorré algo de dinero, preparé el viaje lo mejor que pude y con 27 años me lancé a la aventura.

¿Qué pensaban tus amigos y familiares cuando les decías que querías hacer el viaje por el Amazonas o la vuelta al mundo?

-Una mezcla entre que estaba loco y envidia sana. La noticia despertó muchas bromas, admiración y apoyo.

¿El dinero es un factor determinante para viajar? ¿Cómo se puede viajar sin tener un gran presupuesto?

-Para la vuelta al mundo salí de casa con menos de 8.000 €, y lo que marcó la diferencia fue el apoyo de la gente.

He recibido apoyo de forma constante, de la familia, amigos, los followers y de las personas que conocía a diario. Una de las lecciones más hermosas de esta experiencia fue que el 99,9% de la gente que he conocido tiene un corazón que no le cabe en el pecho. La hospitalidad es internacional, no entiende de cultura, religión o pasaporte, y lo que más choca es que cuanto más pobre y humilde sea el país, más hospitalarios son. Recuerdo perfectamente las palabras de una familia que me invitó a comer, me dijeron: “Sabemos lo que es pasarlo mal, y ahora que nos van mejor las cosas, lo poco que tenemos lo compartimos”. Son experiencias que jamás olvidaré.

En las aventuras siguientes tuve la suerte de contar con el patrocinio de Glenfiddich, una de las marcas de whisky más galardonada del mundo. Fue todo un orgullo convertirme en un Maverick.

La imagen puede contener: árbol y exterior
Elefante con el que se encontró Javier.

 

¿Cómo es el Amazonas y cómo fue tu experiencia allí?

-Complicado resumir la respuesta, así que me voy a centrar en cómo es el río.

El Río Amazonas tiene varios kilómetros de ancho, la selva no tiene montañas y es prácticamente llana, la amplitud que ves a tu alrededor es desmesurada, sobre todo cuando se aproxima una tormenta. Se aprecia perfectamente cómo se acerca la cortina de lluvia, cada vez más y más cerca, como avanza hasta que en un segundo pasas de estar seco a estar bajo la ducha, es increíble. Aunque si la tormenta arrastraba fuertes vientos ya no tenía tanta gracia. El viento forma un oleaje que tambaleaba la canoa como si fueran de papel y las inundaba sin piedad. Cuando la tormenta me alcanzaba en el centro del río, el fuerte oleaje me obligaba a remar kilómetro y medio hasta la orilla para evitar irme a pique. Eran momentos de pura adrenalina.

 

Javier Colorado en el Amazonas.

 

 

¿Qué llevas en el equipaje?

-Pues de todo amigo. Varía dependiendo de que tipo de aventura emprenda, pero no falla nunca la tienda de campaña, el saco de dormir, la esterilla, un botiquín que rara vez uso, pero que siempre llevo, un buen cuchillo y ganas de conocer nuevos lugares y gente interesante.

¿Acampabas con frecuencia?

-Siempre es mi primera opción y si te sabes organizar se vive muy bien en una tienda de campaña. Siempre, cuando terminaba el día me decía a mí mismo: “¡A montar el chiringuito!”. Me encanta preparar un buen campamento con una hoguera que acompañe las solitarias noches.

¿Cuál ha sido tu mejor momento durante tus travesías?

-Que complicado me resulta elegir uno de tantísimos que he vivido.

Bufffff ha sido todo! Todo el viaje ha merecido la pena, lo he vivido todo, lo he sentido todo…sería tan larga la respuesta que solo puedo resumirla diciendo que todo ha merecido la pena, en especial África, un continente que me ha cautivado.

¿Cuál ha sido tu peor momento durante tus travesías?

-Pues mira, ha habido muchos, pero siempre le he sabido sacar el lado positivo a todo. Quizás lo que más duro se me ha hecho es volver a casa y hacerme con la idea de que el viaje se ha terminado.

¿Cómo se afronta la soledad durante tus viajes? ¿Sientes miedo?

-El miedo forma parte de la vida e influye en muchas de las decisiones que tomamos, pero hay dos formas de enfocarlo: como una barrera entre nosotros y nuestros sueños, metas y objetivos, o como una llave. Sólo hay que dejar de decirnos «No puedo hacerlo» y empezar a preguntarnos «¿Cómo puedo hacerlo?». Es entonces cuando el miedo adquiere su enfoque más práctico, entendiéndolo así como una preparación. Cuanto más miedo nos da hacer algo más nos preparamos, de tal forma que, cuando llegue el día de hacer realidad una idea, ya no sólo sentiremos miedo, sino que además podremos decir: «Estoy preparado».

Javier en el Amazonas.

 

¿Qué es lo que más miedo te da en la vida?

-De viaje siempre me dio mucho miedo pensar que algún ser querido pudiera necesitarme y no estar ahí para ayudarle.

¿Cómo son las gentes del Amazonas y qué es lo que más te ha sorprendido de sus culturas?

-Su gente. A lo largo de los 3000 kilómetros de viaje conocí comunidades muy sencillas, sin electricidad ni cobertura, y no importaba si eran Ecuatorianos, Peruanos, Colombianos o Brasileños…Quecha, Huaorani o Tikunas. Daba igual si eran pescadores, ganaderos, agricultores, un profesor o el jefe de la aldea, porque siempre me recibieron muy bien. Se dice rápido, pero significa mucho!

 

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¿Alguna anécdota curiosa?

-Uno de los que más me gusta contar de mi vuelta al mundo fue un momento que viví en Bolivia. Ahí va!

Desde el pueblo de Colchani puse rumbo al mayor desierto de sal y a mayor altitud del mundo, el Salar de Uyuni. A medida que me aproximaba al “acceso”, me di cuenta de que estaba totalmente inundado, pero conseguí superar el obstáculo a base de pedales.

En ese momento tenía 75 kilómetros hasta la Isla de Inkawasi, situada en el centro del desierto salado. La llanura era eterna, el suelo firme y la sal crujía bajo las ruedas. Mi mayor enemigo fue el fuerte viento en contra que soplaba constantemente, no presté atención a lo lento que avanzaba porque no disponía de ninguna referencia geográfica a mi alrededor y el viento frenó mucho mi velocidad.

Con el atardecer me escudé en la esperanza de que el viento dejaría de soplar con la oscuridad, y abarcar los últimos 20 kilómetros hasta la rocosa Isla de Inkawasi sin complicación alguna, pero no fue así.

En pocos minutos estaba rodeado por la más profunda oscuridad, la temperatura cayó en picado hasta bajo cero, el viento sopló con más fuerza y mi avance fue lento bajo la débil iluminación de mi linterna. El verdadero reto había comenzado.

Mi velocidad media era de 7 Km/h y necesitaba pararme a descansar cada 30 minutos, a ese ritmo tardaría tres horas y media en llegar a la isla. Me detuve totalmente agotado cuando estaba a 10 kilómetros de llegar a mi objetivo. Dejé tumbado a Bucéfalo sobre la sal y me senté junto a él para que me protegiera del helado viento. Abrí una de sus alforjas y saqué una lata de cerveza que había reservado para celebrar una victoria que aun no había llegado. Apagué la luz de mi linterna y dejé que la oscuridad me envolviera por completo, estaba desesperado y sabía que dormir en la llanura era una invitación a la hipotermia. Dando el primer trago de cerveza alcé la cabeza y me quedé embobado con un espectáculo irrepetible, millones de estrellas, polvo cósmico y constelaciones saludándome. Comencé a reír a carcajadas, me levanté emocionado gritando al infinito mientras saboreaba la cerveza de la victoria.

En ocasiones olvidaba la gran aventura que estaba viviendo debido a la dureza de los retos que enfrentaba, pero cuando recordaba porque estaba allí, porque lo hacía, la adrenalina explotaba en mí y no podía dejar de sonreír.

Cuando levanté a Bucéfalo del suelo, lo hice convencido de mis dos opciones, llegar a la Isla de Inkawasi o llegar a la Isla de Inkawasi. A pesar del cansancio de la dura jornada, pedalee los últimos kilómetros con más fuerza que cualquier otro del día. Una inmensa roca se alzaba en la planicie salada, y con ella un refugio que frenaba el viento y me proporcionó el campamento perfecto para dormir sin congelarme. A la mañana siguiente pude seguir dos tradiciones de los cicloviajeros, tomar una foto utilizando la distancia como efecto visual y también pedalear desnudo.

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¿Con qué animales te topaste durante tu viaje por el Amazonas y la vuelta al mundo?

-Si te los enumero no acabamos hasta mañana.

De todo amigo, he visto de todo. Pero el peor sin duda alguna es un humano al volante sin respeto por un ciclista, te lo puedo asegurar.

Javier en Zanzíbar.

 

¿Cómo cubrías temas como el alojamiento, la alimentación etc…?

-Es tan barato viajar, realmente tan barato, que el presupuesto no supera los 5 € diarios.

¿Prefieres la canoa o la bici para tus viajes?

-Pues me quedo con las dos. Ambas me han dado mucho, pero sin duda alguna Bucéfalo siempre permanecerá conmigo.

Diario Egipto Colorado on the road.4
Javier en el Templo de Luxor, Egipto.

 

¿Qué consejos le darías a una persona que quiere hacer lo mismo que tú?

-Todos nacemos con dos vidas, y la segunda empieza cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una. Cualquier día es un gran día para empezar a luchar por un sueño, solo hay que despertarse por la mañana y decir: “Hoy voy a por ellos”.

¿Cuáles son tus próximos retos?

-Pues después de la vuelta al mundo y de cruzar el Amazonas en una canoa artesanal que fabriqué en una comunidad Quechua, viajé a Zanzíbar y bordeé 104 kilómetros de su costa nadando, sólo y sin asistencia, pero me acabaron deportando porque a las autoridades tanzanas les daba miedo que me comiera un tiburón. Cuando volví a España repetí la aventura, pero esta vez en Ibiza, y completé la vuelta a la isla en 20 etapas nadando 140 kilómetros.

Ahora vivo tranquilamente en Madrid y he colgado las botas durante una larga temporada. Después de 5 años viajando por todo el mundo y viviendo mil experiencias, ahora quiero estar en casa con mis seres queridos hasta que me vuelva a picar el gusanillo de la aventura.

¿Qué piensas de nuestro proyecto, La Gran Travesía?

-Me encanta, es una grandísima iniciativa. A por ello compañeros!!!

La imagen puede contener: nubes, cielo, moto, exterior y naturaleza
Javier en Zambia.

 

Esperamos que os haya gustado esta entrevista a un gran aventurero viajero y a una gran persona como es Javier. Para nosotros, ha sido un placer conocer su historia y traeros esta gran colaboración al blog. Gracias a gente como Javier, podemos seguir creciendo y mejorando para perseguir nuestros sueños y ayudaros a que cumpláis los vuestros. Antes de despedirnos, dejo aquí  la web de Javier por si lo queréis conocer con más profundidad (os lo recomendamos encarecidamente). Por nuestra parte nada más, recordad seguirnos en nuestro Instagram y en nuestras redes sociales… Hasta el próximo post y como siempre… Que los vientos os sean favorables en vuestras travesías !!! Hasta pronto !!!

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